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Cuidar la piel seca

¿Sientes tirantez o picor en el rostro después de ducharte? ¿Sientes molestias a menudo? Entonces, sin duda, formas parte del club de la piel seca, tu piel necesita suavidad. Veamos cómo solucionarlo.

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«Es importante no confundir piel seca con piel deshidratada»

De hecho, existen diferencias reales que es necesario comprender para tomar las decisiones adecuadas para tu piel. La piel seca o la piel muy seca es un tipo de piel, es una característica inherente a la epidermis. Se manifiesta en forma de tirantez, picor, descamación de la piel en determinados lugares y aspereza, entre otras cosas. Mientras que la deshidratación es una afección temporal que puede afectar a todo tipo de piel. Cuando están deshidratadas, las células tienen dificultades para retener el agua, mientras que en el caso de la piel seca, se trata más bien de una falta de lípidos. En resumen, ¡tener la piel seca y deshidratada al mismo tiempo es muy posible! Y para cuidar la piel, hay que saber si necesita agua, grasa o ambas.

¿Por qué tengo la piel seca?

¿Por qué tengo la piel seca?

La piel seca suele ser un foco diario de molestias. Esto se agrava aún más en invierno, cuando nuestra piel se ve sometida a una prueba difícil. Para encontrar los productos adecuados y recuperar una comodidad duradera, es importante comprender las causas. 

La piel está seca cuando la película hidrolipídica, que actúa como barrera de la epidermis, está debilitada. Este escudo protector natural permite que factores externos perjudiciales como el frío, el calor y la contaminación penetren en la piel. El estrato córneo se desestructura y carece de los lípidos necesarios para que el cemento intercelular sea fuerte e impermeable. Desaparece la función de barrera de la epidermis y aparece un cutis apagado y una piel rugosa e incómoda.

Aceite de argán: una fuente natural de lípidos

Para cuidar la piel seca del rostro y el cuerpo, la piel necesita lípidos, concretamente ceramidas, para nutrirse en profundidad. Nuestro aceite de argán está repleto de estas ceramidas.

El aceite de argán se utiliza desde hace miles de años por sus múltiples beneficios. Su riqueza en ácidos grasos (palmítico, esteárico, oleico y linoleico) lo convierte en el mejor aliado de las pieles secas. No solo refuerza la barrera cutánea (la famosa película hidrolipídica de la superficie de la piel), sino que también aumenta significativamente la síntesis de ceramidas: los lípidos presentes de forma natural en la piel a nivel del cemento intercelular. Nutrición intensa, garantizada. 

El poder calmante de la peonía

El poder calmante de la peonía

Un análisis en profundidad de esta flor con increíbles propiedades para la piel seca y sensible. Auténtico símbolo de la farmacopea tradicional china, se utiliza desde hace siglos en Asia para aliviar el nerviosismo, los dolores de cabeza o consolidar el yin, la energía del descanso y la relajación. En Klorane, hemos elegido la peonía por su riqueza en paeoniflorina, que se encuentra en sus raíces, un compuesto con potentes propiedades calmantes y antiirritantes para la piel seca o muy seca. El extracto de peonía BIO que utilizamos alivia y reduce a la mitad la inflamación de las pieles sensibles o reactivas, ¡para un efecto envolvente suave e instantáneo! 

Descubrir
¿Mi piel es sensible?

¿Mi piel es sensible?

La piel seca se asocia a veces con la piel sensible. De hecho, el deterioro de la barrera cutánea es la causa de estos dos tipos de piel. Cuando la piel es sensible, reacciona sobre todo a las variaciones de temperatura, al estrés o a las emociones fuertes, y tiende a desencadenar reacciones alérgicas con facilidad. Aparece entonces el enrojecimiento o la sensación de calor. Esta sensibilidad puede variar de vez en cuando, desapareciendo durante varios meses y volviendo a aparecer después. Las fórmulas sencillas y naturales son siempre las mejores para cuidar y nutrir la piel sensible.

Comprender la piel sensible

¿Qué debo evitar si tengo la piel seca?

Nuestros consejos de expertos

Si notas la piel especialmente tirante después de limpiarte el rostro con agua del grifo (que suele ser muy dura), es mejor que te limpies sin agua o que utilices aguas termales o florales, que son más suaves y, por tanto, ideales para las pieles secas.

Si se utilizan demasiados productos diferentes para el cuidado de la piel o se abusa de exfoliantes y limpiadores, se ataca a las células y se deteriora la función de barrera cutánea.
Siempre recomendamos fórmulas sencillas y naturales para dar a la piel solo lo que necesita, de forma suave.

A las pieles sensibles no les suele gustar el alcohol ni los perfumes (químicos o naturales) que contienen algunos productos para el cuidado de la piel o limpiadores. Lo mejor que puedes hacer es desterrar definitivamente estos dos ingredientes de tu cuarto de baño si tienes la piel sensible, y optar por un ritual más suave.

La palabra clave es: ¡proteger, proteger, proteger! Si no puedes limitar tu exposición a temperaturas extremas, protégete al máximo y utiliza productos naturales adaptados a tu piel seca antes y después.

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