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PIEL Y CABELLO FELICES Contaminación, ¡no me arruinarás la piel!

5 consejos para una piel limpia y sin contaminación

¡Es escurridiza! Al igual que el villano que solo se revela al final de la película, la contaminación va desgraciadamente de la mano de la vida en la ciudad. Un cutis gris, una piel que se engrasa más rápido que un plato de embutidos, puntos negros que se multiplican tan rápido como la gente que corre hacia el metro en hora punta. No se puede ver, pero definitivamente no es amable con nuestra delicada piel. Así que, antes de dejarlo todo y huir al campo, aquí tienes unos cuantos consejos para librarte de ella...

Limpieza

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Limpieza

La contaminación es el enemigo número uno de las pieles mixtas: asfixiada por partículas diminutas, la piel segrega más sebo, aparecen brillos, el cutis está apagado, en definitiva, es un desastre. Atrapadas en el sebo, las partículas de contaminación forman una capa gris que se mezcla con las células muertas para asfixiar la piel, frenar la renovación celular y reducir la luminosidad. Así que tienes que limpiar la piel todos los días para ayudar a eliminarla.

Recuerda hacerlo con suavidad, ya que la contaminación también tiende a debilitar la epidermis, lo que a su vez puede ser perjudicial para la piel. Una vez desmaquillado, limpia cuidadosamente el rostro y el cuello con un producto suave y, a ser posible, detoxificante. Confiamos en la menta acuática, nuestra campeona anticontaminación, para eliminar suavemente las impurezas y dejar la piel limpia y con capacidad para respirar.

¡Hidratarse!

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¡Hidratarse!

Hidratación, hidratación, hidratación... ¡no nos cansamos de decírtelo! La hidratación es la clave de una piel sana y tiene que venir del interior y el exterior. Considera la posibilidad de beber agua o té verde, que ayudan a eliminar las toxinas, e incluye en tu dieta alimentos de temporada con un alto contenido en agua. Hidrata tu piel a primera hora de la mañana con una crema anticontaminación que creará una barrera para ayudar a protegerla durante todo el día, además de nutrirla en profundidad.

¡Consumir antioxidantes!

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¡Consumir antioxidantes!

Y sí, la comida puede ser una poderosa baza en la lucha contra la contaminación. Opta por alimentos con antioxidantes para fortalecer tu cuerpo desde el interior: cítricos, frutos rojos, pimientos y, en general, todos aquellos ricos en vitaminas C o E, como los aceites de lino, nuez u oliva. Al mismo tiempo, no te excedas con los platos demasiado ricos en azúcares y grasas, ya que no te ayudarán, sino que harán todo lo contrario.

¡Detoxificar!

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¡Detoxificar!

Es fácil decirlo, ¡pero también es fácil hacerlo! Una o dos veces a la semana, regálate un momento especial con una mascarilla hecha específicamente para reducir los efectos de la acumulación de contaminación. Las mascarillas purificadoras capturan las partículas restantes que la limpieza diaria no ha podido eliminar. Para detoxificar, la menta acuática volverá a ser tu mejor aliada, esta vez en forma de stick de fácil aplicación que dejará tu piel regenerada.

¿Un último tratamiento?

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¿Un último tratamiento?

Para los más valientes, existe un tratamiento con espirulina. Este polvo de algas está de moda entre los fanáticos de la nutrición, ¡y con razón! Rico en vitamina E, selenio y tirosina, tiene propiedades antioxidantes que ayudan a combatir la formación de radicales libres responsables de la aparición del estrés oxidativo y de los signos de envejecimiento de la piel. Ayuda a proteger naturalmente la piel de las agresiones externas, reteniendo los metales pesados y expulsándolos suavemente. Es un excelente complemento alimenticio y se mezcla muy bien con los batidos, siempre que se respeten las dosis y se limite el tratamiento a pocas semanas. ¡Más vale que la contaminación tenga cuidado!

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¿Sabías que...?

Tu dieta puede ser una gran ayuda en tu lucha contra la contaminación. Opta por alimentos con antioxidantes para fortalecer tu cuerpo desde el interior: cítricos, frutos rojos, pimientos y, en general, alimentos ricos en vitaminas C o E.

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