COMPROBACIÓN NATURAL Champú sólido, ¿deberíamos usarlo?

VERDADERO: Al estar altamente concentrado en activos, 1 pastilla de 80 g de champú sólido equivale a dos botes de 200 ml. Mientras que un champú líquido contiene entre un 10% y un 15% de tensioactivos, un champú sólido contiene entre un 40% y un 60%. Una buena oferta, sobre todo porque no hay riesgo de desperdiciarlo por apretar demasiado el bote.

VERDADERO: Y sí, también es bueno para el planeta. Cuando llega a tus manos, su fabricación ya ha reducido drásticamente el consumo de agua: apenas entre el 5% y el 10% de la fórmula final, frente al 80% de un champú líquido. Además, una vez en las manos, no es necesario repetir el lavado: basta con un solo champú, por lo que se gasta menos agua en la ducha... a menos que te guste cantar.

FALSO: Al igual que un champú líquido, aparece una espuma en cuanto se frota suavemente con agua. Rico en tensioactivos, el champú sólido hace espuma y es tan agradable y eficaz como el champú líquido. Deja de mirarlo así: ¡herirás sus sentimientos!

FALSO: ¿Existe un periodo de transición para el cabello graso/seco/apagado (inserte aquí cualquier otro estereotipo)? ¡En absoluto! El cambio al champú sólido es suave e indoloro. Las fórmulas son casi idénticas a las de un champú clásico; solo hemos eliminado el agua. Sin embargo, nada impide que lo utilices poco a poco, o incluso que lo lleves en el bolso para esas ocasiones en las que no resulta práctico llevar un bote encima.