La contaminación y/o el tabaco asfixian el cuero cabelludo, lo que repercute en la salud del cabello. Al igual que el resto del cuerpo, el cuero cabelludo también necesita un proceso de detoxificación frecuente para reponerse y mantener su mejor aspecto.
El cuero cabelludo es la parte viva del cabello. A veces puede mostrar signos de fatiga, sobre todo debido a la contaminación. ¿La solución? Una detoxificación.
Un cuero cabelludo asfixiado puede manifestarse de varias maneras: demasiado graso o demasiado seco, irritado o con picores... todos estos son signos de un cuero cabelludo desequilibrado. Otro síntoma es que el cabello se vea apagado, sin brillo, pesado, difícil de desenredar o que se enrede sin importar la intensidad y la regularidad de los lavados. A veces también puedes sentir que tu cabello tiene un olor desagradable. Si te identificas con estos síntomas, tu cabello necesita empezar de cero. Al igual que la piel, una detoxificación es una buena solución para limpiar y purificar el cuero cabelludo y el cabello de forma natural.
El cuero cabelludo actúa como un escudo protector. Por ello, sufre toda la fuerza de las agresiones externas diarias y, aunque esta es su función, hay que cuidar esta zona tan sensible.
El entorno en el que casi todos vivimos, además de algunos malos hábitos, influyen en el equilibrio de nuestro cuero cabelludo. La temperatura, la humedad, los rayos UV, la contaminación, el tabaco, los champús nuevos, los tintes... son elementos que pueden dañarlo día a día. Por lo tanto, es esencial liberar el cuero cabelludo de todo lo que pueda obstruirlo, sofocarlo y provocar picores, irritación, alteración de las glándulas sebáceas o incluso impedir el buen funcionamiento de los folículos pilosos (que son los responsables del crecimiento de un cabello sano y fuerte). Limpio y purificado, el cuero cabelludo puede dar lo mejor de sí mismo para actuar como escudo protector del cabello.
Lo ideal es que los tratamientos de detoxificación acompañen todos los momentos importantes de la vida de tu cabello: antes o después de la coloración para eliminar cualquier residuo de pigmentos; después del verano cuando ha sufrido la agresión de la combinación del cloro, el agua salada y los rayos UV; a diario si vives en la ciudad y tu cabello está expuesto a la contaminación y a las toxinas todos los días; o incluso durante los periodos de estrés (que provocan una alteración en la producción de sebo). Si los cambios de estación favorecen una «detoxificación general» del cuerpo, eres tú quien debe sentir cuándo tu cabello y cuero cabelludo la necesitan. Nuestra recomendación: un tratamiento détox una vez al mes para los cueros cabelludos secos y dos veces al mes para los cueros cabelludos grasos.
Hay dos maneras de hacerlo: como tratamiento semanal incorporado en la rutina durante todo el año o de manera más ocasional, en forma de tratamiento durante toda una semana.
Los botánicos de Klorane han elegido la Mentha aquatica L por su alta concentración de antioxidantes. Procedente de la agricultura ecológica, sus propiedades anticontaminantes están probadas científicamente, lo que la convierte en el desintoxicante natural perfecto para el cuero cabelludo.
Una buena rutina de cuidado capilar debe tener 3 pasos, después de identificar las necesidades del cuero cabelludo y la longitud del cabello.
Las raíces grasas son el resultado de una sobreproducción de sebo que afecta al cuero cabelludo, también llamada hiperseborrea. Adoptar las prácticas adecuadas, y con buenos ingredientes naturales como la ortiga, puede ayudar a tu cuero cabelludo a recuperar su equilibrio y devolverle el brillo a tu cabello.
